Ahorro de agua y fertilizantes

Principales ventajas e instalación del riego por goteo subterráneo

El sistema de riego por goteo subterráneo (RGS) es una buena opción agronómica, tanto para el riego de cultivos leñosos (almendro, vid, olivo, pistacho, melocotón, etc.), como cultivos extensivos (maíz, veza, cebada, alfalfa, etc.).

 

El sistema de riego por goteo subterraneo (RGS) permite aplicar el agua y los fertilizantes de forma más directa al sistema radicular de las plantas, proporcionando un gran ahorro de agua y fertilizantes, junto con otras muchas ventajas económicas, ecológicas y agronómicas.

Cultivo extensivo.

Emisor específico

Miles de hectáreas en todo el mundo se irrigan con sistemas de riego subterráneo; no obstante, no siempre se utiliza el tipo de emisor más adecuado para este sistema. Es importante que el emisor reúna una serie de características imprescindibles para que su funcionamiento sea correcto:

  •  Por un lado, debe ser antisucción para evitar la succión de partículas a través del gotero tras el cese del riego.
  •  Por otro lado, el emisor debe ser muy resistente a obstrucciones y capaz de autolimpiarse en caso de entrada de suciedad al interior.

Ventajas del RGS

Ahorro de agua: Evita la pérdida de agua por evaporación superficial y la escorrentía, consiguiendo una mayor uniformidad de riego.

Ahorro y mejora de fertilización: Al administrar el agua y los nutrientes de forma más directa al sistema radicular, mejora la fertilización, especialmente la de aquellos minerales que son poco móviles en el suelo como el K y el P.

Ahorro en el coste energético: En general, es una ventaja de los sistemas de riego por goteo (comparando con sistemas de riego presurizados por aspersión).

Posibilidad de uso para riego de aguas marginales (salinas y/o residuales): En instalaciones de RGS es posible usar aguas con una calidad inferior a las utilizadas en otros sistemas:

  •  Por un lado, al no haber evaporación del agua del suelo, se reduce la acumulación de sales en la zona radicular de la planta.
  •  Por otra parte, es posible el uso de agua residual tratada al no entrar en contacto con la superficie, ni con la parte aérea ni con el usuario.

Disminución de malas hierbas y plagas: Al no mojarse la superficie del terreno ni la planta durante el riego, disminuye la presencia de malas hierbas, plagas y hongos en el cultivo.

Mejora de la estructura del suelo: Se consigue una menor compactación del suelo y una mayor aireación del terreno, al formarse capilares y, por tanto, una mejor estructura del perfil del suelo, que facilita el mejor desarrollo de los cultivos.

Evitamos daños por animales, vandalismo y facilitamos las tareas de labranza: Gracias a los sistemas de RGS, evitamos posibles daños que producen insectos, roedores y pájaros en el sistema. También protegemos el sistema de daños por vandalismo y facilitamos las tareas de labranza (ya no hay necesidad tender y recoger la tubería anualmente y nos permite el laboreo sin obstáculos).

Compromiso estético: Por último, el sistema de riego subterráneo no interfiere con el diseño visual y estético de parques y jardines.

Diseño, mantenimiento y control en instalaciones

A la hora de realizar una instalación de RGS deberemos tener en cuenta los criterios de diseño, instalación y mantenimiento.

Los mayores condicionantes en un sistema de RGS son el riesgo de obstrucciones de los emisores y la incertidumbre del regante al no tener control visual de la aplicación del agua:

Para evitar el riesgo de obstrucciones, son claves:

  1. Un buen manejo y mantenimiento del sistema, mediante drenaje de la instalación y aplicación de productos químicos.
  2. La utilización de un emisor con garantías, diseñado para este uso, como el gotero Azud Premier Line AS, autolimpiante, autocompensante y antisucción que garantiza la vida útil del sistema.

El monitoreo continuo de los valores de presión y caudal permite evaluar el funcionamiento de la instalación y tomar las decisiones adecuadas.